Sensores

Los sensores del coche nos sirven de ayuda para estar al tanto de lo que ocurre dentro de nuestro vehículo. Nos ofrecen información sobre cosas como la temperatura, la presión de los neumáticos o el estado del motor.

El sensor del cigüeñal, por ejemplo, es esencial para comprobar la regulación del motor mientras que el sensor de árbol de levas nos permite definir exactamente la posición del primer cilindro. Y Por supuesto, hay otras clases de sensores como el sensor de velocidad o el sensor de presión de aceite. 

En definitiva, los sensores del coche son lo primero que consultamos en aras de evaluar el estado de nuestro coche y si es necesario efectuar algún tipo de reparación. Por este motivo, hay que sustituir los sensores si observamos señales de problemas. 

¿Cómo detectar las averías de los sensores del coche?

Como imaginarás, los fallos más comunes en los sensores del coche están relacionados con desperfectos mecánicos, problemas con la conexión de los distintos elementos del sistema o lecturas incorrectas de lo que ocurre en el interior de tu vehículo. 

Por ejemplo, si el sensor de posición del cigüeñal no funciona como debe es habitual que tengas dificultades para arrancar el motor o que el coche se detenga. La humedad, las filtraciones de aceite o combustible e incluso el desgaste provocado por las altas temperaturas pueden ser la causa de que haya que empezar a pensar en comprar piezas de repuesto para sustituir los sensores. 

Un truco muy útil y sencillo para saber si la vida útil de un sensor ha llegado a su fin es sustituir el sensor en cuestión por otro en buen estado. Si las lecturas no varían no hay razón para acudir al taller. 

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